
Hoy nos rendimos a los pies de los domingueros, la tribu urbana del verano. Unicos como ellos mismos, con sus secretos y placeres ocultos, pero también sus defectos. Este verano, todos los que curramos podremos decir no solo ‘yo soy single’, sino que también podremos decir orgullosos ‘yo soy dominguero’.
Y es que esta especie única, aparece a primeras horas del amanecer de los domingos, haciendo ruido, en familia, con casi la casa completa a cuestas, en bañador y camisa sin abrochar ellos, y en bañador de los 80 y pareo de flores ellas. Una especie que no solo no está en peligro de extinción, sino que la globalización la está llevando a los paises en pleno desarrollo, como China, como podremos ver en la última de las imagenes de este post.
Los domigueros nos descubrieron hace ya años, y abanderan en nuestros días, uno de los grandes placeres de la humanidad, una cervecita bien fría o un tinto de verano, según el gusto, con un cigarrito, después del chapuzón. Y para los más exigentes, debajo de la sombrilla y con una tumbona, … ¡¡¡qué verano!!! Y todo esto haciendo amigos en una playa española llena hasta las trancas.

Y aunque tengo que reconocer que yo odio las playas hasta las trancas, como muchos de vosotros, los jovenes somos así, ellos no, ellos adoran llegar los primeros, plantar la sombrilla, extender las doce toallas en dos líneas de seis, poner la mesa, colocar la nevera en el mejor sitio, colocar la cerveza en posición horizontal para máximo enfriamiento, untar de crema a los niños hasta que queden blancos, poner la radio con Camela bien alto y marcar territorio, abrir la sandía aunque todavía no sea mediodía, y sacar panza viendo como llegan el resto de sus compadres con cara de estar pensando ‘yo soy el primero, y eso que vengo de más de 150km solo a pasar el día, y eso, otra vez, que finalmente trajimos dos coches, porque se apuntó la tía abuela a última hora. Flipa con eso’.
No pasa igual en China, aunque si que es verdad que nos empiezan a imitar, como en todo. Fijaos en la foto que sigue, pero analizad las diferencias.

Si ya se que os disteis cuenta, y la conclusión es evidente, somos únicos. Los chinos se ordenan hasta en la playa, ¿como es esto posible?, ¿una playa en domingo y todos ordenados? Estoy seguro de que incluso tienen los radiocasettes sincronizados, neveras colectivas, tomas eléctricas en la playa, niños con códigos de barras … ¿que clase de domingueros son estos chinos comparados con los nuestros?
Por nuestros domingueros, la tribu urbana más auténtica de nuestro país, hurra!!! que no desaparezcan nunca!!! Y por su gran secreto, la piedra filosofal, ¡¡¡viva la cerveza fría en la playa!!!, … y si, el tinto de verano para el que le guste también. Eso si, las playas hay que dejarlas más limpias, para que vivan por siempre.
Deja tu comentario, refleja tu solidaridad con los domingueros españoles, los más auténticos.